TEMPERATURA


El bienestar térmico., Como se ha comentado anteriormente, cuando el trabajo se realiza en locales cerrados y es de tipo sedentario, las condiciones termohigrométricas del aire, no suelen ser fuente de trastornos patológicos en los trabajadores, aunque sí suelen ser fuente de molestia. 

Los ambientes calurosos pueden provocar por ejemplo un aumento del ritmo cardíaco, sudoración excesiva, aumento de la temperatura interior del cuerpo, fatiga, vértigos o náuseas. 

Los ambientes fríos pueden provocar palidez, debido a la falta de riego sanguíneo en la piel, congestión nasal, goteo nasal, estornudos, dolor de garganta.

De manera general, estos efectos van acompañados de una disminución de las capacidades mentales y físicas, tales como debilidad, somnolencia, letargo, dificultad para concentrarse, irritabilidad, ansiedad. 

Como se puede apreciar, la falta de confort térmico afecta a los trabajadores provocando malestar e insatisfacción, dando lugar a numerosas quejas cuando las temperaturas son extremas, normalmente los trabajadores coinciden en que o bien la temperatura es muy alta o muy baja. Es conveniente señalar que la sensación térmica es una respuesta psicológica del individuo influida tanto por factores subjetivos como objetivos. Entre los cuales destacan la temperatura, la actividad, la humedad relativa, las corrientes de aire, etc. 

El Real Decreto 486/1997 del 14 de abril marca las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, estableciendo requisitos para la temperatura, humedad relativa y velocidad del aire. Sin embargo este Real Decreto no recoge otros aspectos, como la vestimenta del trabajador, la intensidad del trabajo o la temperatura radiante, media que también pueden influir en el bienestar térmico del trabajador.

Estos requisitos a los que se ha hecho referencia se establecen en el Anexo “Condiciones ambientales de los lugares de trabajo”, y se detallan a continuación.
 
  • Temperatura
La temperatura adecuada de los locales donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficinas debe estar comprendida entre 17 y 27 °C. Para los locales donde se realicen trabajos ligeros con exigencias físicas leves o moderadas, estará comprendida entre 14 y 25 °C.


  • Corrientes de aire 
La falta de bienestar o insatisfacción térmica no sólo puede deberse a una sensación incómoda de frío o de calor en todo el cuerpo. Una corriente de aire elevada puede causar un enfriamiento o un calentamiento no deseado de una parte del cuerpo. Los trabajadores no deben estar expuestos de forma frecuente o continuada a corrientes de aire cuya velocidad sea superior a 0,25 m/s para trabajos en ambientes no calurosos; 0,5 m/s para trabajos sedentarios en ambientes calurosos y 0,75 m/s para trabajos no sedentarios en ambientes calurosos. Estos límites no deben aplicarse a las corrientes de aire que son utilizadas para evitar el estrés térmico en exposiciones intensas de calor, ni a las corrientes de aire acondicionado, para las cuales el límite será de 0,25 m/s en el caso de trabajos sedentarios y de 0,35 m/s en el resto de casos. 


  • Humedad relativa 
Otro aspecto importante que influye en la sensación de confort térmico es la humedad relativa. Una humedad relativa baja puede provocar sequedad de las mucosas y facilitar además la aparición de irritaciones y picores, por otro lado, si es excesiva, puede agravar la sensación de calor o frío.  



EVALUACIÓN DEL BIENESTAR TÉRMICO: MÉTODO DE FANGER.
El estudio del ambiente térmico requiere el conocimiento de una serie de variables del ambiente, del tipo de trabajo y del individuo. La mayor parte de las posibles combinaciones de estas variables que se presentan en el mundo del trabajo, dan lugar a situaciones de disconfort, sin que exista riesgo para la salud. Con menor frecuencia pueden encontrarse situaciones laborales térmicamente confortables y, pocas veces, el ambiente térmico puede generar un riesgo para la salud. Esto último está condicionado casi siempre a la existencia de radiación térmica (superficies calientes), humedad (> 60%) y trabajos que impliquen un cierto esfuerzo físico. 

El Método de Fanger es empleado en situaciones de ambientes moderados, y utiliza los siguientes factores a la hora de evaluar el bienestar: nivel de actividad, características del vestido, temperatura seca, humedad relativa, temperatura radiante media y velocidad del aire. 

Los resultados son mostrados en forma de porcentaje de personas que se sentirán inconfortables en un ambiente determinado (PDD: Porcentaje Estimado de Insatisfechos). Las cuales muestran su satisfacción o insatisfacción mediante el índice llamado IVM (Índice de Valoración Medio), el cual recoge la siguiente escala numérica de sensaciones:
Índices de sensación térmica 

Se considera como aceptable que el Porcentaje Estimado de Insatisfechos sea inferior al 10%, lo cual corresponde a un IVM entre -0,5 y 0,5, asegurando así el bienestar térmico al 90% de las personas de un grupo numeroso que estuviesen en idénticas condiciones ambientales, vestidas de forma similar y realizando la misma actividad. 

Proporción prevista de personas insatisfechas en función del valor del índice IMV. (Fuente: Povl Ole Fanger)

La vestimenta es de suma importancia a la hora de evaluar el confort térmico de una persona. Para los distintos tipos de vestimenta se establece la siguiente escala, medida en la unidad denominada "clo", relacionada con la resistencia térmica del vestido: 
Desnudo: 0 clo. 
Ligero: 0,5 clo (equivalente a un atuendo típico de verano. Pantalón ligero, camisa de manga corta, calcetines ligeros y zapatos). 
Medio: 1,0 clo (equivalente a un atuendo típico de verano. Prendas interiores, camisa manga larga, pantalón, jersey, calcetines gruesos, zapatos). 
Pesado: 1,5 clo (uniforme militar de invierno).
 
El IVM (Índice de Valoración Medio) debe ser corregido mediante el factor de corrección por humedad Fh, cuando la humedad relativa difiere del valor del 50%, el cual se ha tomado de referencia. 

Cuando la temperatura radiante media difiere de la seca, el IVM debe ser también corregido mediante el factor de corrección Fr. Para ello es necesario calcular la Temperatura radiante media. 

𝑇𝑅𝑀 = 𝑇𝐺 + 1,9 𝑣 · (𝑇𝐺 − 𝑇𝑆) 

Donde: 
TRM = temperatura radiante media, ºC 
TG = temperatura de globo, ºC 
TS = temperatura seca, ºC 
v = velocidad relativa del aire, m/s 

Para una actividad sedentaria propia de oficina, se pueden calcular los factores de corrección por humedad Fh y por temperatura Fr.


Recalculándose el IVM como: 

𝐼𝑉𝑀′ = 𝐼𝑉𝑀 + 𝐻𝑟 − 50 + 𝑇𝑅𝑀 − 𝑇𝑆 · 𝐹𝑟 

Donde: 
Hr = Humedad relativa, %. 
IVM = Índice de Valoración Medio sin corregir. 
IVM’ = Índice de Valoración Medio corregido

 

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